Obsesión y nostalgia: Los hábitos de streaming que hablan de tu público
Las playlists ya no son solo recopilaciones de canciones. Han crecido hasta convertirse en epicentros culturales, completos con sus propias comunidades. En RapCaviar, más de 8 millones de fans muy activos están al día del mundo del hip-hop. ¡Viva Latino! cuenta con 6 millones de apasionados seguidores. Y cientos de millones de usuarios escucharon Cápsula del Tiempo, una playlist personalizada que los hizo retroceder a su adolescencia.
Con todas estas playlists, Spotify se ha vuelto indispensable en la vida de las personas. Cuanto más escuchan, más podemos reflexionar acerca de la cultura actual, y a veces, incluso darle forma.
En el CES de este año, celebraremos que nuestras playlists se han convertido en expresiones de la cultura, además del profundo compromiso de nuestros fans, que alimentan nuestra Streaming Intelligence y nuestra capacidad para entender a los usuarios como personas.
Nuestro equipo de datos ha estado trabajando para identificar hábitos de streaming que puedan ayudarnos a comprender las distintas formas en las que las personas escuchan música. En primer lugar, exploraron cuántos usuarios descubren canciones nuevas o escuchan géneros nuevos. Después, estudiaron más a fondo dos hábitos: obsesión y nostalgia.
Obsesión. ¿Eres de los que escucha la misma canción una y otra vez durante tres semanas seguidas? Tranquilo, no estás solo. La obsesión es lo que mueve a los fans de la música. Por eso, las listas de Spotify están diseñadas en torno a usuarios que buscan constantemente himnos de sus géneros favoritos. Con RapCaviar y ¡Viva Latino!, hemos creado centros culturales para que los fans más apasionados encuentren la próxima canción que escucharán una vez tras otra. Hemos desglosado los distintos patrones en los que caen los usuarios: a veces escuchan una misma canción hasta la saciedad y otras veces saltan de una canción a otra en modo aleatorio.
Nostalgia. ¿Qué escuchabas cuando estabas en el instituto? Todo el mundo tiene sus clásicos personales, esas canciones con las que se iniciaron en el mundo de la música. Con Cápsula del Tiempo, ofrecimos a los usuarios una playlist personalizada que les hizo abrir el baúl de los recuerdos. Estas playlists daban tanto en el clavo que parecía magia. Pero, aunque algo de magia hubo de por medio, tenemos que reconocer que, en su mayor parte, fue gracias a los datos y a la innovación. Nuestro equipo de datos ha estado investigando cómo escuchan música las personas para descubrir qué es lo que les provoca esa nostalgia y están empezando a observar las diferencias conductuales entre la gente que escucha canciones actuales y aquellos que escuchan música de antaño.
Toda esta información alimenta nuestra Streaming Intelligence, información conductual y contextual sobre la audiencia que va más allá de los datos demográficos tradicionales. Al emparejar nuestros datos internos con investigación externa, estamos relacionando estos hábitos de streaming con comportamientos reales.
¿Qué significa esto para las marcas? Puedes aprovechar esta Streaming Intelligence para comprender a tu audiencia, descubrir cómo escuchan música en Spotify y, por último, mandarles el mensaje adecuado en el momento adecuado. Por lo tanto, si tu marca tiene intención de llegar a un público viajero, gracias a nuestra Streaming Intelligence sabemos que son más propensos a escuchar música de forma nostálgica. Utiliza estos conocimientos para encontrar una forma creativa de incorporar música antigua que pueda gustarle a tu audiencia.
Explora la sección de Audiencias de nuestra web para descubrir cómo se relacionan estos hábitos de streaming con nuestros segmentos de audiencia clave como los millennials, las madres, los fiesteros y mucho más. Por último, explora la sección Publicidad para descubrir la mejor forma de aprovechar la cultura y llegar a ellos, ya sea a través de una playlist patrocinada, un Branded Moment, la focalización de géneros o un enfoque personalizado.
Spotify no solo se ha vuelto indispensable en la vida de las personas, sino que sigue siendo esencial para la cultura. Tu marca también puede serlo.